lunes, 6 de mayo de 2019

El diablito (mejor conocido como Satanás)


Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. (Ezequiel 28: 12-14)


       El príncipe de las tinieblas hoy tan conocido en todo el mundo como ¨Diablo¨, es un ángel que fue creado por Dios, perfecto, sabio y hermoso. Vestido en joyas de todas las más preciosas, preparados estaban tambores y flautas en su llegada, colocado en el monte de Dios. Se podría decir que era la envidia de cualquiera, por haber recibido tanta consideración por parte del señor. ¿Qué sucedió?
       El demonio se ve destituido de la gracia del señor al encontrarse maldad en él y creerse semejante a Dios, al parecer la perfección no le basto y quiso un poco más. Entonces lucifer opta por abandonar el cielo y llevarse con él a ángeles disidentes que le sirven; los ¨ángeles caídos¨, renegados que tampoco están conformes con lo que se les dio.
       Al leer Isaías 14:14 podemos conocer un poco del pensamiento que llevó a cabo todos estos hechos, ya que al asemejarse con el altísimo, denota lo mal agradecido que fue con Dios habiendo recibido sólo lo mejor por parte de Él, aunque este comportamiento no sea exclusivo de satán. Por ejemplo el tan conocido ¨síndrome de Dios¨, que hoy en día azota a los Doctores al creer que ellos pueden salvar las vidas que Jehová no.
       ¨Su poder¨ es preciso mencionar el poder del rey de la mentira y cómo lo usa, para poder estar preparados: el miedo, el engaño y la tentación. Son sus armas predilectas para hacernos caer en pecado. “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.” (2 corintios 11:14) En ocasiones es muy difícil discernir entre algo bueno y algo que parece bueno aun sabiendo que el mismísimo lucifer se viste de luz, como consejo cuando no encuentres la diferencia, ponerlo en oración siempre ayuda.
       El enemigo conoce la biblia de memoria y sabe de antemano que no existe hombre que no tenga pecado, sólo es cuestión de tiempo para que conozca el que nos está sofocando y lo utilice, nadie está exento de ser atacado; sólo basta recordar los tiempos de Jesús y su retiro al desierto, donde aun sabiendo quién era su oponente y conociendo de antemano el resultado, belcebú no reparó en intentarlo y tentó al hijo de Dios. Es sabido que un adversario que no tiene nada que perder es más peligroso.

El infierno
       Interesante visión la que se nos viene a la mente cuando hablamos de este lugar, el mundo se ha encargado de presentarnos un sitio donde hay lava, hace mucho calor y luzbel manda y atormenta a placer a todos los impíos inmisericordes del perdón del Cielo. Contraviniendo así lo escrito en (Mateo 25:41) donde se puede leer para quién fue creado el infierno y quiénes lo habitarán por toda la eternidad. Este lugar es el sitio de retiro que el maestro preparo para aquel que a sus hijos pervierte y todos aquellos que le siguen, donde se dará el crujir de dientes eterno y arrepentirse no servirá de nada.
       Pero su paradero actual es el mundo y vaga por él en busca de nuevos inquilinos para que moren con él en el averno.
       Reflexión: Hay algunas cosas que debemos recordar. Nunca tomarlo a la ligera: aun sabiendo que Dios nos protege nunca debemos bajar la guardia, teniendo en cuenta que el maligno nos acecha como león rugiente, esperando el momento para hacernos perder la idea de Dios. Un padre siempre defenderá a sus hijos porque son su más grande tesoro, así a su vez los hijos de Dios son el objetivo y están siendo arrebatados del camino, como evidente declaración de guerra en contra de lo que el todopoderoso representa y los que le siguen.
       Ya está vencido: “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.” (1 Juan 4:4). Apocalipsis 17:14 también lo deja muy claro, porque ¨Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá¨; no importa la lucha que se libre, lo mucho que dure y las huestes innumerables de ángeles caídos que el innombrable lleve al campo de batalla. Conocemos el resultado. Amén.
       Ponerse la armadura de Dios: Tatuar pues la verdad, la justicia, la paz, la salvación, la fe y el espíritu en su corazón, así estarán preparados para cualquier ataque del enemigo.

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